A lo largo de la historia, críticos, lectores, escritores y artistas en general se han preguntado la razón por la que se crea el arte. Esto ha dado paso a un debate que parece ser interminable acerca de si se crea meramente por el arte o si toda forma de expresión artística tiene una significación más profunda. A continuación, se expondrán dos posturas acerca del tema con la esperanza de apoyar a que cada persona llegue a su propia conclusión.
Autores como Oscar Wilde, en su faceta de crítico, consideran que el arte se crea por el arte. Esto se refiere a que las obras se crean por el mero gusto de hacerlo y darle a la humanidad algo hermoso que contemplar. Yendo más allá, él también plantea que el arte es vida y, entonces, la vida se convierte en arte. Con estos enunciados se puede concluir entonces que crearlo es algo natural y que muchos artistas no saben que lo son. Algo tan sencillo como escribir para que nadie más lo lea, como un diario, puede terminar siendo una obra alabada por todo el mundo. Tal es el caso de El diario de Ana Frank.
Por otro lado, escritores como Stephane Mallarmé consideran que se crea como una forma de captar la realidad dentro de las palabras. Consecuentemente, para él la realidad está dentro del arte y se relacionan íntimamente debido a esa condensación de la vida misma dentro de una obra. Desde este punto de vista, esta forma de expresión es necesaria para inmortalizar momentos y explicar la realidad. Un ejemplo serían las pinturas rupestres, que no solo nos ayudan a comprender cómo se vivía en esa época, sino que son la prueba del ansia del ser humano por dejar los momentos inmortalizados en algo hermoso.
Estas, por supuesto, son solo dos formas de explicar el por qué de la creación del arte. Cada artista, crítico y persona puede tener su propia respuesta a esa interrogante, pero siempre me ha parecido curioso ese contraste entre los que consideran que es por el mero gusto de hacerlo y los que opinan que es algo necesario. Así que los dejo con esta pregunta, ¿por qué creamos arte?