ACERCAMIENTO AL XXVIII SALÓN NACIONAL DE PINTURA
Las artes plásticas en Centroamérica han tenido diversos escenarios en los cuales proyectar las inquietudes expresadas en escultura, pintura, dibujo, grabado, etc., expresiones que si bien pueden ser determinadas por el contexto ideológico y sociopolítico que las circundan (y también corrientes estéticas extranjeras), tienen en sí, particularidades que aportan al patrimonio local y que se puede definir como rasgos propios de la plástica del istmo.
Individualmente, la función de museos y galerías en cada uno de nuestros países ha sido de gran importancia para la propiciación de nuevos valores artísticos, al tiempo que se atesora y conserva las obras de arte que son ya patrimonio nacional. De forma colectiva, han existido festivales centroamericanos y bienales que ha convocado a lo mejor de la plástica de los países participantes; plataforma en la cual se logra reconocer las nuevas manifestaciones plásticas; los esfuerzos son numerosos y destacan eventos que buscan incrementar el patrimonio cultural y fomentar el desarrollo artístico de la región. En este sentido, el Centro Cultural Sampedrano ha celebrado el día 28 de junio del 2018, la edición No. 28 del Salón Nacional de Pintura, que rindió homenaje al destacado folclorista Carlos Gómez Genizotti, personaje de gran importancia en la investigación, preservación y divulgación de bailes autóctonos.
La convocatoria reunió a un número mayor de participantes, comparado a ediciones anteriores, quienes de diversas partes de Honduras, enviaron sus obras de arte que fueron presentadas al recinto para poder ser evaluadas por el comité curatorial y jurado calificador, integrado por el artista salvadoreño Alex Cuchilla, el pintor nicaragüense Rafael Méndez y Selvin García licenciado en arte, de Guatemala.
El comité seleccionó para la exposición un total de 37 obras, las mismas que fueron elegidas en base a criterios consensuados por los miembros que, en vista de los antecedentes de las ediciones anteriores, tomaron a bien, determinar las directrices de la curación. Entre estas y una de las más fundamentales, fue la importancia de que la obra poseyera valores comunicativos con el espectador, es decir, poseyera un lenguaje que el público pudiera interpretar. Este valor es muy significativo ya que una obra comunicativa cumple con la visión del arte como medio de interacción y propiciación de una cultura de desarrollo mutuo. Es importante resaltar que San Pedro Sula es una ciudad con gran desarrollo industrial y comercial y que bajo esas condiciones, debe propiciarse en paralelo, un crecimiento cultural que contenga valores plásticos como patrimonio artístico e histórico. Esta característica dirigió en gran manera, las decisiones del comité evaluador, que buscó en todo momento que los argumentos de las obras de arte, estuvieran en concordancia con el momento histórico y cultural que en San Pedro Sula se gesta.
El Centro Cultural Sampedrano ha ido adquiriendo obra ejemplar gracias a las ediciones pasadas del Salón Nacional de Arte, por lo que las obras ganadoras, fueron premiadas por cumplir el estándar de calidad técnica y los valores argumentativos mencionados. El cumplimiento de estos menesteres garantiza que la pinacoteca del centro cultural, se constituya como una de las colecciones más valiosas de Honduras y al mismo tiempo, resguarde los valores plásticos plasmados por diversas generaciones, aportando así, a la historia del arte hondureño.
Los esfuerzos del centro binacional de San Pedro Sula, han permitido que el Salón Nacional de Arte se transforme de una actividad cultural a un evento de gran importancia a nivel nacional y no han escatimado esfuerzos para garantizar la celebración de la actividad ni la correcta aplicación de todos los parámetros de calidad y transparencia. El equipo de gestoras culturales diseñaron un programa adecuado para la ejecución del evento así como la asistencia incondicional al equipo curatorial, brindándole las herramientas objetivas para su correcto trabajo de evaluación. De esta manera, el compromiso del centro cultural, va más allá de sus funciones educativas y propicia un desarrollo cultural sustancial que se complementa con las acertadas decisiones que permitieron la apertura de una biblioteca (abierta al público y de características únicas en la región) y la habilitación de un espacio expositivo como lo es la Galería Colibrí (espacio en el que se han expuesto obras de artistas consolidados y de importancia histórica para Honduras).
La finalización exitosa del evento, confirma el compromiso del CCS para con el desarrollo sustancial de San Pedro Sula en el área artística (esencial en el aspecto cultural), permitiéndose el ejercicio de proyección de artistas con una carrera ya formada, así como neófitos que se inician en las artes visuales, y que compitieron en igualdad. Los premios otorgados a los tres primeros lugares fueron precedidos por cinco menciones honoríficas y el reconocimiento a una obra destacada, que el equipo curatorial decidió otorgar en el siguiente orden: 3er lugar a José Augusto Cambar, con un tema titulado “El rincón de los sentidos” (pintura mixta, collage; una composición admirable por la cantidad de detalles incluidos en el lienzo, las simbología y la aplicación técnica), 2do lugar al acuarelista Román Murillo con el tema “La canción de mi país” (de gran importancia si se toma en cuenta el grado de dificultad que implica la preparación de un lienzo para acuarela) cuya temática reflejaba el entorno hondureño y sus manifestaciones culturales, y, finalmente el 1er lugar, Antonio Vinciguerra, quien presentó una composición titulada “Ciudad Blanca”, un lienzo abstraccionista-figurativo que representa los nuevos descubrimientos arqueológicos en el sitio Ciudad Blanca, y que en su interpretación plástica, nos muestra los conocimientos técnicos y argumentativos del autor, aspectos que le dieron el principal premio.
Lic. Selvin García
Centro de Documentación
Galería El Attico
Fotografía: Selvin García