Marcia Vásquez de Schwank
Hacer una investigación sobre este tema en tiempos de pandemia, cuando no se tiene acceso a bibliotecas o centros de documentación, prácticamente todos están cerrados, resulta ser una tarea titánica. Ya casi se nos va el año entero con el problema y no parece que el 2021 con probables, pero dudosas vacunas, nos de respiro.
Si bien es cierto que existen numerosas revistas especializadas, varios libros de historia del arte que reúnen datos desde finales del S. XIX a finales del S. XX, estos se han subido a la red de forma fragmentaria como suele ocurrir con las obras teóricas de cualquier rama del saber. En la información accesible, artículos de prensa o trabajos escolares, no aparecen las referencias bibliográficas a la que el investigador eventualmente podría recurrir. Esto deduzco, es porque no son artículos académicos con una intención formativa, sino informativa.
Tenemos entonces, artículos periodísticos conmemorando artistas fallecidos, reseñas sobre inauguraciones de exposiciones importantes y entrevistas. Algunos artistas han creado páginas con sus dossiers, con énfasis en las imágenes. Otras son páginas con fotografías ilustrativas sin textos que expliquen la pertenencia a grupos, épocas o movimientos a los que pertenece el creador de las obras.
La pobreza cuando no ausencia de información seria y veraz en las páginas de la red es una realidad que debe ser revertida y solucionada, porque un país con la riqueza artística que tiene Guatemala, no debería mostrar tal precariedad.
¿Qué hacer entonces para aportar y no quedarse en la crítica? Mi propuesta es reunir a los interesados en la materia y dedicarnos a la tarea de subir textos valiosos, tramitar derechos de autor cuando exista tal exigencia, y hay que decir que quien quiere ser leído, debe aceptar que la facilidad que ofrece la informática se impone.
Siendo optimista, encontraremos textos disponibles que nos permitan enriquecer el acervo digital de la Historia del Arte de Guatemala.