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ANTONIO TEJEDA FONSECA (1908-1966)


Este artista antigüeño empieza a hacerse visible hacia 1928 en las Exposiciones Nacionales organizadas por la Academia de Bellas Artes, hoy Escuela Nacional de Artes Plásticas, bajo la dirección de Humberto Garavito (1897-1970). A la par de artistas como Enrique de León Cabrera (1915-1996), Valentín Abascal (1908-1981) o Jaime Arimany (1908-1995), entre otros varios, le dieron cuerpo a la corriente paisajista y al retrato indigenista.


Hacia 1930, algunas fuentes sugieren que fue un poco antes, se da a conocer el grupo Triama conformado con los primeros apellidos de los artistas Tejeda, Ovidio Rodas Corzo (1906-1955), Rigoberto Iglesias, Arimany, Fernando Murúa (otros registros indican que fue su hermano Óscar – 1898-1980) y Hilary Arathoon (1909-1982). De Fernando Murúa no hay mayores datos.


Este grupo organizó diversidad de exposiciones con diferentes tipos de registros relacionados a lo etnográfico, geográfico y lo tipológico. De allí que durante los años 20 y 30, floreció una expresión artística relacionada con lo guatemalteco y sus gentes. Registros que en el presente representan una referencia que ayuda a los investigadores en el entendimiento de la evolución de la indumentaria y objetos del interior de la República.


Tejeda Fonseca trabajó como dibujante en la Institución Carnegie de Washington entrando en contacto con diversas obras de arte de origen prehispánico. Entre múltiples trabajos de este género destaca la copia a escala de los murales de Bonampak, de los cuales hay algunos trabajos en colecciones particulares, y los murales de la Biblioteca Nacional de Guatemala. Y ya que se habla de murales, existe un tríptico de grandes proporciones y un particular colorido, en la sede del Ministerio público de la 8 avenida y 11 calle zona 1.


En 1960 expuso con otros pintores, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, trabajos tomados del natural en Tikal. Estos artistas: Salvador Saravia (1908-1989), Carmen de Pettersen (1900-1991), Miguel Ángel Ríos (1914-1991), Luis Álvarez (1917-2012) y Garavito pusieron especial empeño en esas obras. Hace poco, en la exposición de Pettersen en el Museo Ixchel, se reunieron algunas de ellas y de verdad eran sorprendentes por el colorido y la maestría con la que fueron confeccionadas.


Su contacto con los sitios arqueológicos y la cercanía con artistas más jóvenes como Guillermo Grajeda Mena, quien reformuló su manera de expresarse a través de los registros que hacía con Tejeda en las excavaciones, condicionó la apreciación de síntesis en la Generación del 40. Las obras de muchos de esos protagonistas se inclinaron por una tipología particular tanto en pintura como en escultura. También abstrajeron del color y las propuestas precolombinas una forma de abstracción geométrica.


En la ENAP, fue profesor de Paisaje y Pintura Representativa y su director entre 1946 y 1947. También, fue el primer director del Museo Nacional de Arqueología y Etnología.


Por: Guillermo Monsanto.


Tomado del Diario de Centroamérica el 22 de septiembre 2023.

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