La niñez de Omar González, ha sido en esta oportunidad, fuente de inspiración para su reciente muestra “Pedacito de Cielo”. Su muestra cargada de simbolismo, nos transporta al mundo del juego, la inocencia y la ensoñación de los primeros años de vida. Es común el juego con barquitos de papel en el lapso infantil, pero para el artista, estos representan la etapa de crecimiento, estrecho a su madre, en palabras del artista. La poesía escrita aparece también como un elemento que refuerza justamente la ternura de esa época.
Es pues, una ventana que nos revela la infancia y sensibilidad del artista que, mediante el grabado y el color de acuarelas y técnicas mixtas, nos invita a navegar con él.
Sus mapas astrales como cartografía utilizada por antiguos navegantes, nos hablan de su afición por observar las estrellas, actividad que de niño acompañaba con la recolección de insectos y mariposas.
Es en definitiva, un espacio para conocer de forma íntima, ambiente propiciado por las características del Salón del Coleccionista.
Fotografía: Selvin García