Carol Yurrita de Maselli se vale de un código que ha venido utilizando para evidenciar aquello que está más allá del fondo visible de la realidad que nos rodea o detrás de las apariencias o intenciones de las acciones humanas.
De allí que, ante hechos sociales y políticos que nos causan tristeza, ira y frustración, la forma que la artista encuentra para abrir un discurso que exprese sus emociones está reflejada en los signos de sus mensajes: cucharas, hormigas, espinas...
... Son objetos y animales que convierte en elementos estéticos, compuestos de tal manera, que nos hacen reflexionar acerca de una “sociedad” que ha sido pactada entre personas para cumplir mediante la cooperación mutua con los fines de la vida, pero que muchas veces no desempeña su función con propiedad.