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Marcela Valdeavellano

Fernando Valdiviezo "Claustrofilia"


FERNANDO VALDVIEZO Y SU SERIE “HABLANDO EN PLATA”

El pensamiento y la acción económicos, son un aspecto de la vida, aspecto que recibe una falsa luz, si se le considera como una especie substantiva de la vida. Y mucho menos podrá́ encontrarse dicho punto de vista en el terreno de la economía mundial de hoy, que desde hace ciento cincuenta años ha tomado un vuelo fantástico, peligroso y a la postre casi desesperado, vuelo que es exclusivamente occidental y dinámico y en modo alguno universal humano. *1 Así define el valor prioritario que el mundo eurocéntrico ha impuesto, Oswald Spengler, filósofo e historiador alemán, conocido principalmente por su obra “La decadencia de Occidente.” De la misma manera la línea magnífica de Fernando Valdiviezo, se apropia de esos falsos valores presentes en eldinero: los próceres, monarcas y héroes de nuestras culturas, sinónimos de hipócritas valores que nos tragamos sin cuestionar jamás. Fernando nos regala doblemente al enfrentarnos con su obra, apropiándose del papel moneda de muchos países e interviniéndolo (con notable preferencia por los que representan monarcas), dándole a su trabajo el verdadero sentido de la apropiación en las artes visuales contemporáneas, que nada tiene que ver con el robo, sino con poner en entredicho los símbolos del poder, tal como deja claro Juan Marín Prada en “La Apropiación Posmoderna”: No es el concepto de transmisión de las imágenes, estilos y pautas estéticas a través del tiempo el que opera aquí sino, sobre todo, el de su reubicación contextual. Y ésta orienta inevitablemente la reflexión sobre el arte hacia las esferas de lo social y de lo político. Con ello, el artista nos cuestiona el sistema de valores consumista para unos y/o marxista para otros, que nos hemos tragado sin chistar, pero lo hace sin agredirnos, sino haciéndonos un segundo regalo, el de la ironía, que siempre delinea una sonrisa y desecha la energía negativa que podría engendrar el vernos reflejados en sus dibujos. Por el contrario, tal como descubrió Sigmund Freud, nuestra corteza cerebral libera de inmediato impulsos eléctricos que obstruyen el paso de pensamientos negativos justo un segundo después de enfocarnos en algo que nos divierte, y es un hecho que la perspectiva de Las Meninas de Velázquez intervenida con canoas amerindias y el busto del prócer, no sólo genera admiración por la depurada técnica, sino de inmediato, nos hace reflexionar a través de la sonrisa que trae a colación el decreto del escritor mexicano Carlos Fuentes, que dice que nuestra venganza será vender garnachas en las gradas del Palacio de Oriente; o los líderes como Mao, “el auto insuflado”, quien junto con el Che Guevara, necesitan oxígeno para continuar con vida… También nuestro héroe K'iche, Tecún Umán, en el billete de cincuenta centavos, se transforma en “Hombre posmoderno y transculturizado disfrutando los placeres del viaje”, poniendo de manifiesto elpermanente conflicto entre el eurocentrismo y las culturas americanas, cuya arma actual más peligrosa es el dinero, que aparenta brindarles seguridad y libertad, pero mediante el cual no necesita seguir violentándolas para extirparlas, pues de inmediato las deforma, pretendiendo difundirlas “en los centros hegemónicos”, medida que subalterniza totalmente a individuos y grupos, extirpando los valores de origen. Las tintas de Fernando Valdiviezo, maestro de la pluma y la ironía, son herederas de la antigua intención de utilizar la línea como bisturí, que Goya inició hace ya dos siglos y medio y Honoré Daumier siguió en el París decimonónico con sus litografías y dibujos satíricos de crítica social, disección que José Guadalupe Posada tradujo al mestizaje mexicano con su Catrina y las calaveras del desarrollo. En esta muestra, Valdiviezo, descoloniza el pensamiento, poniendo de manifiesto que los valores aprendidos son risibles y letales al mismo tiempo y que a través de un medio tradicional, como es eldibujo a tinta, se es más descolonial que instalando objetos de moda en ferias y Bienales con apellidos de los pueblos originarios. “No tiene la culpa el loro, sino el que le enseña a hablar”, dice el proverbio y se ajusta perfectamente a lo que nos quiere decir en cada pieza Fernando. Vivimos como loros repitiendo lo que aprendemos no sólo en la academia, sino en los medios de comunicación y ¡claro! Deseando todo lo que el sistema nos presenta como símbolo de poder: “para lo demás, está Master Card”. Pues esta exposición del artista nos ofrece la oportunidad de reírnos de nuestras creencias, lealtades y juicios de valor, aprendidos como cualquier psitácido.


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