Magda Eunice Sánchez representa, a través de sus pinturas, figura potente y con presencia singular. Desde los años sesenta se proyectó con un refinamiento particular y una sensibilidad hacia el dibujo de composición espontánea.
La colección de 12 miniaturas que hoy presenta la galería El Attico es una oportunidad única de encuentro con la pintura de la autora a finales del siglo. La delicadeza de las imágenes es el reflejo de los avances que la autora alcanza.
A partir de su iconografía acostumbrada: figura humana, músicos y animales, Magda Eunice demuestra de nuevo que su obra es atemporal.