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Guillermo Monsanto

Licenciado en Arte Dramático, Maestro de Educación Especial.  Artista visual y escénico.  Director Fundador de la Galería El Attico y su centro de documentación y proyectos especiales.  Crítico, curador, investigador, museógrafo y columnista.  Encargado de alianzas estratégicas de la galería El Attico.  Autor de múltiples monografías relativas al arte nacional, artículos para revistas especializadas y documentos para medios de comunicación.  Curador adjunto del Hotel Museo Casa Santo Domingo.

Ventana al arte, todos los mièrcoles en Siglo 21

Rating PARTE 2

24-02-2016. Cerré mi columna anterior indicando que el teatro serio, al que se suman otras áreas de la producción escénica de Guatemala, enfrenta una vergonzosa lucha. Desestimulados, abandonados y hasta vejados por procedimientos fraguados durante años (en el seno del Ministerio de Cultura), hoy protectores feroces de derechos abstractos cuyos frutos van a parar a un limbo. A la par, se cierran airadamente las puertas a la creación nacional, la cual solo es útil si se presenta de gratis en los eventos de dicho despacho (y a veces ni así). Parte del problema gira torno al pago de aranceles a entidades que se benefician del trabajo ajeno, quedándose con el fruto del esfuerzo de los que sí se rajan el lomo.

Cosas de Ratings PARTE 1

17-02-2016.  Muchos de los administradores culturales contemporáneos, siguiendo el rumbo dictado por la poco iluminada nueva era docente, están inclinados irreflexivamente por los dictados de la moda y no de la razón. Su necesidad de sacar a flote las entidades que regentan les está llevando por caminos que, tarde o temprano, los atraparán en callejones sin salida. Las políticas de inclusión aleatoria están dañando el sentido de la creación en todas sus manifestaciones. De la mano causan un daño irreparable a un consumidor sin formación histórica, artística o académica que responde automáticamente a la complacencia campante del consumo versus la educación.

 

Los 13 signos del teatro PARTE 2

10-02-2016. El número cinco en este conteo relacionado con los signos del teatro es el movimiento escénico del actor. Su desplazamiento coherente en el espacio, su relación con la traslación de otros artistas y la composición que finalmente se logra dentro del todo. Misma que consigue hacer funcional y eficaz la ficción, representada al otorgar una armonía tendiente a no aburrir al espectador.

Los 13 signos del teatro PARTE 1

03-02-2016. El teatro dimensiona la palabra escrita al convertirla en una acción. Es, sin duda, una forma entretenida de leer y otorgarle valor a los sentimientos vertidos en un texto. Es formativo, sin perder por ello su carácter de espectáculo o entretención. Los humanos han actuado como parte cardinal de su naturaleza desde los primeros tiempos –hace ya unos dos millones de años– y por ello existe esa filiación tan arraigada y esté en todo su carácter evolutivo. Gran parte de nuestra forma de ser está relacionada a él y sus distintas formas de aprendizaje desde que nacemos. En el área artística es, entonces, una actividad depurada de nuestra vida diaria que requiere el entendimiento formal de ciertas convenciones como las de un lenguaje elevado –en el caso que la propuesta pertenezca al campo del arte culto- y una disposición proveniente del desarrollo de su gusto surgido por medio de una educación cimentada.

Desde el seno de la tempestad.

27-01-2016. Dos artistas exponen juntas sus más recientes encuentros. Ambas pintoras formulan sentimientos desde individualidades afines a su necesidad propia de expresión. La colección que presentan en Casa Santo Domingo es una amalgama de pigmentos, ideas y formas sobre lienzos. Soportes plenos de confecciones bidimensionales cuyas esencias desnudan los alcances formales de sus autoras. En el conjunto hay fuerza, energía y muchas ganas de hacerse visibles.

Àvila en la Antigua Galerìa

13-01-2016. Uno de los privilegios más interesantes por los que transita alguien que labora en escenarios culturales, protagonista o testigo, es la oportunidad que se le da de evaluar la dimensión del tiempo, a partir del producto creativo de sus autores. Hay artistas que han formulado tanto en lapsos relativamente cortos que son, en sí mismos, el testimonio invaluable de los aportes definitorios de su momento. Escisiones que marcan tendencias que se transforman en referencias obligadas para precisar circunstancias determinantes en el colectivo creativo con el que interactúan y, al mismo tiempo, ser el ejemplo a seguir para los debutantes emergentes. En esta posición se encuentra airadamente el legado de Ramón Ávila.

Los coleccionistas

06-01-2016. Fuera del ámbito de los museos, existe un curador singular que atesora objetos artísticos, lícitos, para exhibirlos en su universo doméstico. Sujeto que, en el mejor de los casos, conserva de manera empírica bienes disímiles para el gozo personal. Es un individuo fuera de lo común debido al fervor con el que alimenta su patrimonio, lo protege y encuentra modos de proyectarlo a su entorno inmediato. Es quien sabe localizar entre muchas cosas, que para otros son solo cacharros, algo que valora, que en ocasiones rescata de su ruina y redimensiona. Se trata del coleccionista.

Entre Siglos

30-12-2015. La Fundación Rozas-Botrán puso a disposición del público, este mes de diciembre, Entre Siglos. El lujoso compendio propone una revisión del arte moderno y posmoderno de Centroamérica y sitúa de modo crítico e histórico una amplia panorámica, contrastada, de la región. Sus autores toman la responsabilidad de plantear, a partir de un catálogo sugerido por la experiencia en su medio local, un registro valioso que seguramente se transformará en referencia de consulta obligada.

Tradiciones

23-12-2015. Buena parte de la sociedad guatemalteca, en los centros urbanos, gira en torno a entrañables tradiciones. Acciones transcritas a costumbres relacionadas con lo cotidiano, que poseen su importancia en la idiosincrasia personal de cada conglomerado. Los jueves de pache o los sábados de tamal son casi una obligación familiar para algunos. La Feria de Jocotenango o los cultos al santoral (para los católicos); las procesiones mueven multitudes que acuden bien por esparcimiento o impelidas por su fe. El fiambre rojo y blanco del 1 de noviembre; el bacalao del Viernes Santo; los buñuelos del 8 de diciembre; vestir con traje regional o la agüita de canela y barquillos en las piñatas de los niños de bien; los algodones, molletes, las alfombras de flores o aserrín, y hasta los shucos, son parte de una extensa adición que amarra lo mejor del espíritu chapín. Incluso acudir a los templos, con los rituales particulares de cada religión, es parte de un sentimiento que no deja de ser, en esencia, parte de un acto comunitario, el que está marcado por distintas formas de enfrentar el mundo desde sus propias expectativas. No hay que perder de vista, en el interior, las múltiples fiestas regionales.

El calendario de Teoxchè

16-12-2015. Hace unos 35 mil años, durante el Paleolítico Superior –cientos de décadas más o menos– el homo sapiens sapiens comenzó a manifestarse peculiarmente. Por alguna razón desconocida, su comportamiento, aunado a su capacidad evolutiva, le llevó a la creación de protocolos más elaborados de comunicación, que terminarían redundando en el inicio de una cultura social. Al mismo tiempo, las artes visuales y escénicas nacieron prácticamente juntas, guardando en común una esencia mística llena de reverencia hacia lo desconocido. Creo, luego de meditarlo un poco, que aquellos rituales anticipaban de alguna manera lo que vendría. Dejaban registro, simultáneamente, de su existencia y la lucha que, sin sospecharlo, enfrentaban por salir de la prehistoria para trascender. En ese relativo largo lapso, surgió como máxima y enigmática expresión la pintura rupestre.

¿Entonces? La respuesta a la indolencia de una parte del público radica, quizás, en que hay una sobreoferta de artistas escénicos emergentes y pocas salas. Lo que no se sabe es por qué algunas propuestas profundas no despegan y otras, consideradas mediocres o ligeras, son un exitazo de taquilla. Hay una sumatoria de posibilidades entre las que destaca, la dimensión educativa del público, la gestión personal de los productores, el manejo de redes y las relaciones que los colectivos poseen. De esto se colige que quien maneja recursos monta sus obras en los espacios visibles y el que no, puede olvidarse de ellos. Nada halagüeño pero importante en cuanto a que en el presente, quien no se articula desde estas plataformas, se queda en la periferia..

Apuntaba la semana pasada que la educación contemporánea es un abstracto y, agrego hoy, que en muchos sentidos. El sistema de competencias, propuesto por el Ministerio de Educación, brinda patachos de incompetentes culturales y analfabetas efectivos que saben leer, pero no entienden lo que dicen las palabras.>Agrega y administra ítems.

El 11 y 12 de noviembre pasados se realizó el foro Tras la evolución del teatro, convocado por La Maleta Producciones. Ejercicio que pretendía motivar la interacción de encuentro, discusión y visualización de una rama que no deja de ser invisible en el panorama del arte nacional. Charla interesante que puso de manifiesto, una vez más, la necesidad de organización y proyección de la disciplina a otro nivel con la dignidad que se merece...

11-11-2015. Hay personas que consiguen hacer del tiempo un hecho relativo. Selvyn Morales, quien murió el 8 de noviembre, hizo mucho en poco tiempo. Y no solo en el campo de las artes escénicas. Sus relaciones humanas consiguieron tocar el corazón de múltiples personas que hoy manifiestan su dolor masivamente en las redes sociales. Se marcha una promesa y con ella es necesario detenerse a meditar que, en realidad, no es justo que los jóvenes mueran con tanto por hacer todavía. Es mejor pensar que partió, el 8 de noviembre, a un nuevo escenario.

04-11-2015. En mi columna de hace dos semanas, listaba una serie de entidades que terminaron siendo la vitrina de la diversidad propuesta por muchos artistas, que pasaron por las aulas de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP). Es entre los años 1970 y finales de siglo XX es cuando la pintura, principalmente, se valora en un mercado específico. Dinámica que, finalmente, facilitaría que los creadores visuales se dedicaran a tiempo completo a su actividad ya en la vera del entre siglos.

Debido a la inminencia de este hecho escénico dejo pendiente, para la semana entrante, mi segunda entrega sobre los 95 años de la Escuela Nacional de Artes Plásticas.

Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, es un drama religioso fantástico perteneciente al romanticismo español. El libreto se publicó en 1844 y, desde ese momento, empezó a recorrer el mundo de habla hispana. A Guatemala llegó con las compañías españolas que recorrían América, desde México hasta Tierra del Fuego. Fue con una de estas que la vio por primera vez Alberto Martínez. Poco después (en 1924) comenzó una tradición, la cual, salvo algunos lapsos en que se ha dejado de representar por distintas razones, ha permanecido en la cartelera teatral como puesta de alto rango.

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