Una serie de objetos intervenidos por parte de Ventura Puac Coyoy, son parte de la muestra que ocupa el Salón del Coleccionista durante el mes de julio del 2018.
La presentación de tales elementos es parte de la motivación de Ventura, quien nos relata la necesidad de la recuperación de la memoria histórica mediante una de sus prácticas recurrentes: la literatura. Como medio para impactar y llegar al público, se ha basado en objetos de uso doméstico y cotidiano como un vehículo comunicante, tanto por la simbología integrada al pensamiento escrito, como por el montaje que ha sido dispuesto para formar un ambiente propicio de comunicación.
Cucharas, machetes y hachas (e ilustraciones en soporte papel) recolectadas de familias desplazadas, son muestra concreta de las realidades que viven las personas que por diversas circunstancias, han dejado todo atrás. En ese contexto, un objeto de trabajo como un machete, se convierte en un objeto sagrado, ya que gracias a él, se obtiene el sustento diario. Esta representación pues, tiene como objeto hacer visible aquellas circunstancias que viven las personas de bajos recursos, la población indígena y el sector que ha sido marginado por la falta de oportunidades de subsistencia y que durante años, han sido silenciados.
El elemento fuego ha sido representado también junto con los corazones como símbolos de fuerza, pureza y vida, ya que el fuego, incluso desde tiempos prehispánicos, ha sido representado como creador y destructor. Este símbolo se une a los corazones que se ilustran en papel y en los objetos intervenidos; el corazón visto de forma espiritual como la fuente de la vida, como un núcleo en el que arden las emociones, sentimientos y la pasión (muy relacionada al fuego) es ejemplificado con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
Fotografía: Selvin García.