Las exposiciones colectivas son siempre una oportunidad especial para contemplar, en una misma estancia, diversas propuestas pláticas que se integran para mostrarnos en su diversidad, un conjunto de matices visuales y expresivos reunidos en un diálogo particular.
Artistas que ejercen diversas corrientes visuales proponen en su pintura, dibujo, escultura y nuevas expresiones estéticas pensadas en pequeño formato, condición principal y característica de la colectiva "Portafolio". El formato pequeño constituye un desafío para los artistas que disponen generalmente de el tamaño de los soportes tomando en cuenta la propuesta a realizar. Sin embargo, la creatividad se pone a prueba y de manifiesto aún más, cuando en dimensiones reducidas, el artista es encaminado a encontrar los espacios perfectos para su creación.
Lejos de ser un condicionante, las obras de pequeñas dimensiones permiten el nacimiento de una obra más íntima, mas cercana al espectador, más propicia al diálogo personal y se mantiene lejos de obras monumentales que en determinados momentos puedan ser agobiantes o demasiado invasivas.
La obra pequeña en un espacio bien organizado, permite la intimidad entre la obra y el espectador, que no encuentra distractores para la apreciación de una obra de gran calidad, no demeritada por el tamaño. Pareciera una limitante si se piensa en la monumentalidad, pero para la creatividad del artista guatemalteco, ésta condición se convierte en una herramienta, un medio, un elemento más que contribuye a la composición de su obra.
También la disposición museográfica representa un reto, pero más que las cuestiones prácticas, el verdadero desafío se encuentra en la atinada selección de obras y el espacio adecuado para que formen un dialogo individual pero manteniendo una unidad armoniosa, presentada con mucho esfuerzo para nuestro público.
Fotografía: Selvin García.